No tenía que ser las 6 de la mañana, ni las 8 ni las 10 para recorrer Santa Elena en bicicleta. Nuestro paseo empezó al medio día. Empezamos nuestro viaje por los paisajes y el campo, tan cerca de la ciudad.

Esta vez nuestra aventura fue en bicicleta por la vereda Perico del municipio de Envigado y Santa Elena de Medellín, a solo 30 minutos hay lugares privilegiados muy cerca de la ciudad, de clima frío. Nuestro recorrido empezó subiendo por un empedrado para luego quedarnos un rato conversando con los costeños, venezolanos y paisajes que aran la tierra y recogen la cosecha para pesarla y luego llevarla a los supermercados de la ciudad y a la plaza de mercado.

Un campo extenso de cultivos de lechuga, zanahoria, tomate y papa. Fue hermoso pasar por este lugar en bicicleta y contemplar el verde, el alimento que brota de la tierra, ver algunos hombres en tractor arar la tierra que nos da de comer. Ellos pesan las papas mientras las van empacando en los costales, entonces aprovechamos para pesarnos.

Todo se hace muy cerca gracias a la bicicleta. Un plan que realmente puede hacer cualquier persona, no solo los que vez en televisión o en la calle entrenando y con trajes costoso. Esto es de querer y simplemente salir. En el camino siempre encuentras cosas hermosas para contemplar y personas encantadoras por conocer.

Nuestras piernas y las bicicletas nos permitieron avanzar en medio de la frescura de la naturaleza y la sensación de libertad. En poco tiempo estábamos en el parque principal de Santa Elena. En Feria de Flores es infaltable ir a este lugar porque encuentras los cultivos de flores reverdecidos y coloridos, pero realmente a Santa Elena puedes ir en cualquier momento. En el parque puedes comer de todo, caminar un poco o sentarte a conversar en las bancas coloridas. También puedes tomarte fotos al lado de la iglesia pequeña tradicional del parque, o de las esculturas de los silleteros.

Nuestro viaje en bicicleta continuó por una vía pequeña, repleta de vegetación en Santa Elena, ríos y flores que hicieron hermoso nuestro recorrido. Los barraqueros o la soledad nos saludaron en el camino, el pájaro tradicional de Santa Elena. También vimos mirlas y cucaracheros y otras especies de pájaros que no conocemos pero que juntos crearon una hermosa sinfonía que impulsó nuestras piernas para seguir nuestro camino en la bicicleta.

En Santa Elena se encuentra la reserva natural de San Pedro, una extensión de tierra donde respiras aire puro, vez pájaros y caminos naturales. Está a 30 minuto de Medellín y se puede llegar bien sea por la vía las Palmas, o por Santa Elena pero es más largo el recorrido. La conexión con la naturaleza te permite sentirte libre, estar tranquilo, saber que haces parte de algo hermoso.

Montar en bicicleta nos encantó porque nos permite recorrer caminos distintos, esforzarnos, sentir el aire fresco, saber que siempre puedes dar más.

Qué más podemos decir: bicicletas, viaje, naturaleza, amor, sencillez, vida, cosas para disfrutar en esta aventura llamada vida.

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VCE