Un recorrido de 912 kilómetros desde Medellín a Tulcán, Ecuador. Esta aventura la hicimos en moto. Sabíamos que sería largo, pero disfrutamos cada paso recorrido en compañía de nuestros amigos. Nuestra primera parada fue en Versalles Antioquia donde venden unos palitos de queso y tortas de pescado inigualables que nos dieron energía para el “voltaje” que seguiría. Continuamos el camino pasando por Manizales, Pereira, Cali, Popayán, Pasto y Tulcán.
Popayán
En el Valle del Cauca paramos a descansar. De este lugar a Popayán nos alejaban 135 kilómetros. Cansados pero felices de todo lo recorrido ese día, llegamos en la noche a la ciudad blanca, Popayán. Hacía un poco de frío. Nos alojamos en un pequeño hotel al frente del Parque Mosquera, cerca del parque principal.
Los payaneses son muy tranquilos y cordiales. Allí conocimos la catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, las calles y estructuras coloniales del centro de la ciudad, y el Morro del Tulcán. Allí se puede subir solamente caminando y se puede observar toda la ciudad.
Pasto, El Encano
Al otro día salimos rumbo a la Laguna de la Cocha en Pasto a una distancia de 266 km.
Nos habían dicho que era un lugar muy lindo y tranquilo. Nos sorprendimos al llegar, realmente era un lugar pequeño, las pocas casas y hospedajes al lado y lado de la calle principal eran de madera y para llegar a ellos había que pasar sobre pequeños puentes. Tanta amabilidad y belleza del lugar nos animó a quedarnos no solo esa noche sino la siguiente.
Los pobladores salen temprano en medio del frío a vender sus hervidos de maracuyá y mora, kumis, bufandas, ruanas, gorros, flautas y quenas. Los restaurantes te ofrecen trucha y cuy. Las pequeñas embarcaciones pasan por debajo de los puentes del pueblo y constantemente salen con decenas de turistas a recorrer la Laguna de la Cocha. Quienes llegan a este lugar también van a caminar por la única calle que tiene El Puerto, se antojan de comprar dulces, artesanías y almuerzan en los pequeños restaurantes que adornan con variedad de flores de colores.
La Laguna es un lugar tranquilo, acogedor. Es el segundo embalse natural de mayor tamaño de Colombia. La paz que se siente en este lugar te permiten sentirte en armonía con la naturaleza, contigo mismo, con los lugareños y con quienes estás de paso allí. El servicio es excelente, la gente sencilla, amable y en la calle encuentras un montón de perritos peludos que son así para protegerse del gran frío que hace, además de niños muy divertidos disfrazados con costales simulando ser animales y que te piden monedas a cambio de tomarte fotos con ellos.
Dejamos La Cocha luego de tomarnos fotos en un mirador donde pusimos la calcomanía de Viajando con ella, para dirigirnos al puente Chimichaco en la frontera de Colombia con Ecuador.
Tulcán
En la frontera nos despedimos de nuestra pareja de amigos porque registrarse para poder viajar tranquilos por este país y el resto de Suramérica les tardaría no menos de tres horas. Nosotros como solo íbamos hasta Tulcán no necesitábamos hacer esta diligencia y por eso seguimos derecho. Tulcán es muy cerca de la frontera. En menos de una hora llegamos, allí quisimos conocer el cementerio, un lugar de un gran interés turístico porque los setos y árboles son podados artísticamente dando como resultado unas obras de arte bellísimas junto a las cuales las personas se toman fotos.
Las Lajas
Ese mismo día nos devolvimos y dormimos en un hotel en Ipiales y conocimos las Lajas. Al día siguiente nos devolvimos nuevamente hasta Popayán al mismo hotel que habíamos llegado la primera vez y luego de desayunar nos despedimos de esta aventura rumbo a Medellín. Fue un viaje largo, el regreso estuvo lleno de lluvia. Sin embargo, nos encantó. El sur de Colombia es hermoso y cementerio de Tulcán nos encantó.
Hola sobrino.Reciban un abrazo. Hace poco estaba leyendo tus comentarios de este paseo y de vedad volvi a vivir mi viaje en bus desde Medellin hasta Tulcan, en compañia de Claudia y Juan Manuel cuando solo tenia dos años. Dormimos dos noches en Pasto y luego una noche en Ipiales. Hoy me sorprende ver la belleza de tus fotos en este viaje. Sobre todo la imponencia y decoracion luminosa del Santuario de las Lajas. No he visto antes fotos como las tuyas. HERMOSAS. Unicas Felicitaciones.
holaaaa que felicidad ver que nos lees. Mil gracias por el comentario y seguro que cada viaje es una experiencia y con fotos volvemos a vivirla, saludos ala familia.
Que buenas fotos gracias por compartir
saludos. VCE